La historia de Agustín Da Silva (27) ya es conocida en el ambiente deportivo y hasta tiene su propio documental en la plataforma Netflix. Aquel niño que ayudaba en los yerbales a su familia descubrió el atletismo a los 12 años hasta convertirse en uno de los deportistas más galardonados de la provincia, dueño de varios récords.
Da Silva nació en Leandro N. Alem, pero se trasladó rápidamente al barrio obereño de Villa Christen junto a mamá Margarita, sus tres hermanos y su abuela. La pasión siempre estuvo de la mano de la necesidad de progreso, algo que encendió una llama competitiva que hasta el día de hoy sigue intacta.
Ya asentado en el barrio Caballeriza pasaron los años, llegaron los títulos y la fama. Hoy Agustín es emblema del atletismo nacional y, lejos de frenar, espera seguir escribiendo su historia con humildad.
El próximo 29 y 30 de marzo se desarrollará el Campeonato Argentino de Mayores de atletismo -5K y 10K- en Concepción del Uruguay, Entre Ríos. El evento es clasificatorio al Sudamericano de Mar del Plata y el fondista obereño será de la partida.
Tanta es la expectativa que Da Silva se encuentra entrenando desde el pasado 26 de febrero en la ciudad salteña de Cachi, a poco más de 2.300 metros sobre el nivel del mar.
“Me quedo hasta el 21 de marzo cerrando la última parte de mi preparación. Este es uno de los lugares más elegidos por los deportistas de élite porque es el único de Argentina que tiene todo para una preparación en altitud. Vienen atletas mundialistas y olímpicos, esa fue la razón por la que no dudé en venir. Acá puedo hacer una buena preparación, vivir el atletismo de una manera profesional con más dedicación”, inició la charla con El Territorio.
“El campeonato que se viene será de mucho nivel, entonces la preparación es clave”, agregó.
El Yaguareté -apodo recibido por sus más allegados- tiene una rutina intensa en caminos dispares, rodeado de montañas y hoy con una soledad que lejos de afectar le permite focalizarse en el objetivo.
“Cachi es un pueblo chiquito donde no hay mucho por hacer, pero me brinda una buena estadía. Con decir que el agua de los arroyos es muy fría y muchos la utilizan como terapia es un ejemplo de lo que te podés encontrar. Aunque lo clave es que los caminos que utilizo para entrenar tienen subidas y bajadas, muy similar a Misiones”, describió.
“Es un privilegio poder estar acá, no solamente por la altitud, sino también porque te dedicás cien por cien a una carrera profesional. Antes de llegar a Cachi habían muchos atletas, pero fueron bajando para sus competencias y hoy soy uno de los pocos que quedan. Eso me permite estar aún más mentalizado en el objetivo y de eso se trata, llegar al Campeonato de la mejor manera”, remarcó.
Para Da Silva este evento es de una enorme vitalidad profesional pensando en el futuro a corto plazo: “Tengo pensado seguir compitiendo en este 2025. Me queda el Nacional de Cross Country y otras carreras, pero la que viene nos abre la puerta al Sudamericano que este año se organiza en Mar de Plata, entonces es muy importante por tratarse de un Selectivo”.
Logros que reconfortan
En sus vitrinas hay copas nacionales de relevancia y más de cuatro récords misioneros tanto en pista como en media maratón. Sin dudas los laureles dejan al descubierto a uno de los deportistas más importantes de la historia regional, algo con lo que Da Silva no tiene inconvenientes para convivir.
“Tuve el privilegio de lograr mucho en poco tiempo, de poder estar con buena salud haciendo deportes durante toda mi vida en el profesionalismo. Hoy soy uno de los que va a pelear la punta del Campeonato y eso no tiene precio, siempre agradezco todo el apoyo y a Dios. Estoy solo en este pueblo, pero estoy motivado por todos ellos”.
“Mi historia empezó complicada, nunca imaginé estar donde estoy. Mi inspiración es mejorar día a día como deportista, pero también como persona, ser ejemplo para todos mis amigos, de mi familia. Representar a Argentina conlleva una enorme responsabilidad, es un honor”.
“Todavía estoy saliendo del cascarón, queda mucho por recorrer. Siento que hay cosas por mejorar. Todo es a largo plazo y hay que tener paciencia para mejorar tiempos o marcas. Llevo diez años corriendo y siento que me falta un poco más. Estoy encaminado en eso”, reconoció con la simpleza que lo caracteriza.
Respecto al futuro a largo plazo, Agustín pretende terminar la carrera de kinesiología en la ciudad que lo vio crecer y no descarta dedicarse de lleno a la enseñanza de la disciplina que abrazó con fuerza: “Tengo cerca de 35 alumnos. Me gustaría compartir entrenamientos en el futuro para que los chicos entren al deporte para que puedan mejorar la calidad de vida, además de acercarlos a la educación”.
“Hoy soy consciente de que tengo muchos seguidores. Por eso tengo que demostrarlo en cada torneo. Estar entre los mejores sin dudas te motiva, me enorgullece representar a Misiones”, cerró.
Fuente: Cristian Avellaneda, El Territorio.