“¿Qué sentís en tu primer día en Boca Predio?”, la pregunta se la hace un chico de menos de 10 años a Leandro Paredes, casi a modo de bienvenida. Y el Campeón del Mundo, ya de regreso después de 11 temporadas fuera de casa, le responde con toda sinceridad a quien no había nacido la última vez que él se puso la camiseta de Boca oficialmente.
“Mucha felicidad, porque arranqué teniendo la edad de ustedes, de poder jugar un partido con esta camiseta, en la Bombonera, hacer una carrera y poder volver de esta manera es espectacular. Lo disfruto mucho y ojalá puedan hacerlo también ustedes”, responde LP. Y así se inicia el especial video que lo muestra en su encuentro con los más pibes, luego de su entrenamiento de bautismo con el plantel de Miguel Ángel Russo, el viernes por la tarde.
“Hice muchos esfuerzos para llehar acá. No solo yo, mis viejos mis hermanas. Hoy en día mi mujer, mis hijos. Hay que tener mucho respeto por este deporte porque es algo espectacular, pueden vivir de esto y es algo magnífico. Obviamente que ustedes tienen que disfrutar hoy, porque son niños”, confesó y aconsejó, ante una pregunta propia del mejor de los entrevistadores.
Boca Juniors –
Paredes y los chicos de Boca Predio
Video: @BocaJrsoficial
“Para jugar en Boca no les puede faltar amar esta camiseta, y tratar de ser mejor cada día, en cada entrenamiento y en cada partido”, amplió, justo antes de que la pregunta de turno sea sobre su sentimiento por llevar la estrella de Qatar 2022 sobre su pecho: “Es lo máximo, es el sueño máximo de cada jugador. Es magnífico, muy gratificante no sólo para lo que es el deporte sino para el país”.
Última pregunta, regalos y ovación
Antes de las fotos y los saludos, llegó el consejo final, de aquel que tiene un camino recorrido para los que recién empiezan. “Que disfruten, que tengan mucha disciplina, mucho respeto por sus entrenadores que los van a ayudar a ser mejores”. El final, con el regalo de una camiseta por parte de los chicos, estuvo acompañado por una pequeña ovación. “Pareeedees, Pareeedeees”.
Sí, una escena llena de ternura. Y que destaca lo mejor que puede pasar cuando un ídolo está comprometido con su sentido de pertenencia. Así como disfruta Paredes de sus primeras horas en Boca.