Franco Colapinto no tuvo la largada esperada en el GP de Hungría. Después de una buena qualy, por la que se quedó con la 14ª posición en la grilla, partía desde una buena ubicación, pero perdió todo el terreno ganado en las primeras curvas. ¿Qué le pasó?
El piloto de Alpine movió bien, metiéndose por el medio, quedando a la par de Lewis Hamilton (largó 12°) y sufriendo la zambullida de Kimi Antonelli por la parte externa. Debido a que el pelotón frenó su avance, perdió una posición con el italiano. Hasta ahí, no tan mal. Lo peor vino en el giro a la izquierda que le siguió.
Una de las cosas que más le achacó Colapinto al A525 es su dificultad para encontrar grip (en castellano, agarre). En el arranque de la carrera, eso jugó un rol fundamental: el pibe se lanzó por afuera para pelearle la posición a Antonelli y frenó a tiempo, sin pasarse, pero el auto no respondió. Tuvo que pelearlo, tironeando el volante para que no se siguiera yendo hacia afuera, y quienes lo seguían aprovecharon.
Esteban Ocon (Haas), Alexander Albon (Williams) y Nico Hulkenberg (Sauber) le metieron el auto a Franco y lo dejaron en el 18° puesto. Por la dificultad de adelantar en Hungaroring, con pocas zonas de sobrepaso (la recta principal es, valga la redundancia, la principal), una lástima.