Con solo 18 años, la misionera Paula Rivero afronta una etapa decisiva en su carrera deportiva. Tras un intenso período de entrenamiento en Barcelona, fue convocada para competir en el Panamericano Juvenil de squash en Asunción y en el Panamericano de Mayores en Río de Janeiro.
Durante su paso por Europa, Rivero llegó a la final de un torneo internacional en Santa Cristina d’Aro, enfrentando a rivales cercanas al top 100 mundial. Su desempeño le abrió nuevas oportunidades en el circuito internacional.
El viaje contó con el respaldo del programa DAR (Desarrollo de Atletas de Rendimiento), que cubrió parte de los gastos de academia y alojamiento.
De regreso en Sudamérica, Rivero participó del Paraguay Open, donde alcanzó los cuartos de final. Ahora se prepara para los Panamericanos con un calendario exigente que la posiciona como una promesa del squash argentino.
Además del plano deportivo, la joven deportista continúa sus estudios universitarios en Argentina, mientras proyecta una posible beca completa en una universidad estadounidense para 2026, tras haber quedado inicialmente fuera por problemas de visado.
Rivero trabaja con un enfoque integral, con especial atención al fortalecimiento mental, un aspecto clave en su proyección como atleta de alto rendimiento.
Fuente: El Territorio.