Máximo Yesa Y Verónica Méndez A Los Juegos De Alto Rendimiento

Verónica y Máximo tienen la mente puesta en un nuevo gran desafío. Fotos: Guadalupe de SousaVerónica y Máximo tienen la mente puesta en un nuevo gran desafío. Fotos: Guadalupe de Sousa

Verónica y Máximo tienen la mente puesta en un nuevo gran desafío (Fotos: Guadalupe de Sousa, El Territorio)

Máximo Yesa y Verónica Méndez nadaban en la pileta del CAPRI de Posadas, como hacen casi todos los días desde hace años. Entre pasadas de pecho y vueltas de recuperación, se tomaron un momento para salir del agua, sentarse en el borde y contar lo que todavía les cuesta creer: fueron convocados para representar a Misiones en los Juegos Argentinos de Alto Rendimiento, una competencia inédita que reunirá a los mejores atletas juveniles del país del 9 al 14 de septiembre en Rosario.

La noticia los tomó por sorpresa, justo después de haber participado en los dos torneos más importantes del calendario anual. Pero el llamado los encontró preparados, con la motivación intacta y la humildad que siempre los caracterizó.Máximo Yesa y Verónica Méndez a los Juegos de Alto RendimientoMáximo Yesa y Verónica Méndez a los Juegos de Alto Rendimiento

“Por mi parte fue de total emoción. Ya habían pasado los torneos clave del año, así que esto nos tomó desprevenidos. Pero estamos entrenando, así que ya estamos apuntando a septiembre, recontentos”, expresó Máximo.

“También fue una súper sorpresa para mí. Es la primera vez que tengo una convocatoria así de importante, y no hay nada mejor para meterle todas las ganas a lo que se viene”, agregó Verónica, con una sonrisa tímida y los ojos todavía húmedos de felicidad.

Una historia de compromiso

Para ambos, el camino en la natación comenzó de manera casual. Verórica empezó por problemas de salud, pero terminó enamorándose del deporte. En tanto, Maxi, se metió en la pileta por seguir a su hermana, y no salió más.

“Yo arranqué nadando por que tenía asma, a los seis o siete años. En un momento no quise seguir, pero volví. Extrañaba el deporte. Fue acá en el Capri donde encontré mi lugar. Gabriel Rodríguez, nuestro profesor de gimnasia, fue el que me impulsó a venir. Y no me equivoqué. Formar parte del club CAPRI es de las mejores cosas que me pasaron en la vida”, contó Verónica. “Empecé en 2016, en la escuelita, después pasé al equipo. Las primeras competencias fueron los torneos locales y regionales. Tengo muchos recuerdos de compañeros que ya no están, porque tuvieron que dejar para estudiar. Yo también estudio, pero pude equilibrar las dos cosas. Estoy muy feliz por eso”, relató el eximio nadador posadeño.

Ambos forman parte del plantel competitivo del club, y sostienen una rutina exigente. Entrenan todas la madrugadas, varias veces por semana, y suman también sesiones de gimnasio. Todo lo hacen con esfuerzo propio, sin sponsors ni becas.

“Nuestros torneos son autosustentados, nos los pagamos nosotros. Y este es el primer torneo donde nos cubren todo: comida, alojamiento, transporte. Estamos recontentos, porque sentimos que es un reconocimiento al esfuerzo de muchos años”, remarcó Máximo, quien además cursa Relaciones Internacionales y rinde exámenes con excelentes notas.

La mirada de la entrenadora

Marion Báez Breard los conoce bien. Los ve todos los días. Es su entrenadora y una referente de la natación misionera. Exnadadora federada, hoy lidera el equipo del CAPRI con más de 60 nadadores en formación. Y siente un orgullo especial por esta convocatoria.

“Estamos en pleno entrenamiento, como todos los días. Esta convocatoria a Rosario nos sorprendió, pero también nos llenó de orgullo. Verónica y Máximo fueron seleccionados por su rendimiento y por su ubicación en el ranking nacional. Son pechistas, nadadores muy completos, comprometidos y apasionados”, explicó.

La entrenadora destacó que los Juegos Argentinos de Alto Rendimiento buscarán ser una suerte de “Juegos Olímpicos juveniles”, con participación de atletas de todo el país y un formato similar al de los Juegos Evita, pero con un nivel aún más selectivo. Cada provincia llevará apenas dos representantes por disciplina.

“Que Misiones tenga dos lugares, y que sean ellos, nos llena de alegría. Además, en este torneo el Gobierno provincial se hará cargo del 100 por ciento de los gastos, lo cual es un enorme alivio para las familias. Porque estos chicos compiten todo el año, y cada torneo representa un gasto que muchas veces deben afrontar solos”, señaló Báez Breard.

“Máximo está en una etapa de madurez. Ya es universitario, organiza su tiempo entre entrenamientos, estudio, vida social… Es un ejemplo para los demás. Y Verónica también es muy comprometida. Los dos son parte de una camada muy trabajadora y disciplinada”.

Un semillero que no se detiene

El club CAPRI tiene actualmente 62 nadadores federados, de los cuales 58 están activos en competencias. A lo largo de los años, el equipo mantuvo un crecimiento sostenido, acompañado por un recambio generacional constante. Marion conoce de cerca esos procesos.

“Cada año vemos cómo los chicos más grandes dejan, y surgen los más pequeños. Es natural. Acompañar esos momentos es parte de nuestra tarea. Esto es una escuela para la vida. No todos van a vivir del deporte, por eso tenemos que entender que las prioridades cambian. Y como entrenadores también tenemos que adaptarnos”.

En ese contexto, la convocatoria de Máximo y Verónica cobra aún más valor. Porque representa el resultado de un trabajo silencioso, comprometido y sostenido a lo largo del tiempo.

Ambos ya comenzaron a planificar las pruebas que nadarán en Rosario. Hablan con sus entrenadores, ajustan detalles y, aunque confiesan que sienten algo de miedo, lo asumen con naturalidad.

“Es el miedo lógico de toda primera experiencia. Pero hay que meterle. Quiero llegar lo más preparada posible, sentirme libre en el torneo, dar todo”, dijo Verónica.

“Yo ya viví algo parecido en los Juegos Evita 2019, pero esto es distinto. Es una nueva etapa, un nuevo desafío. Estoy feliz, agradecido. Vamos con todo”, completó Máximo.

A un mes del viaje, la pileta del Capri sigue siendo testigo silenciosa de cada brazada, de cada madrugón, de cada intento. Y en ese andar constante y sereno, estos dos jóvenes llevan consigo no sólo el nombre de Misiones, sino también la convicción de que con esfuerzo, pasión y humildad, los sueños se cumplen.

Fuente: Roxana Ramírez, El Territorio.

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