Charly García es rock. Es música. Vibrato poético. Pero también es fútbol: el ícono cumplió 74 años este jueves y -está claro- nadie obvió el saludo. River, por supuesto, fue uno de los primeros en enviar un posteo honrando a uno de sus fanas más célebres. Pero, ¿cómo nació esa pasión? Olé te cuenta cinco hitos de su amor por el club.
En 2025, presente en la cancha dos veces
En 2025 volvió a Núñez, esta vez como invitado de lujo en Banda, el restaurante del Monumental. Cenó, charló con hinchas y se llevó una nueva camiseta de River como obsequio. Meses después regresó al mismo lugar para ver el último partido de Lionel Messi por Eliminatorias, y terminó bajando al vestuario para saludar al capitán argentino. Charly y Leo, dos genios frente al arco del mundo.
¿Cómo se hizo hincha de River?
“Creo que fue para diferenciarme de mi viejo”, contó Charly. De chico, cuando todavía pateaba por San Lorenzo, decidió cruzarse de vereda. “Traicioné al Ciclón”, dijo con su humor de siempre. Se enamoró de River por los colores, por la elegancia, por el estilo. Eligió a River como quien elige una melodía: por belleza y por instinto.
Los ídolos de Charly
El joven García se enamoró del River de los 60: Pinino Más, los Onega, Carrizo. Lo veía desde la tribuna, sin lujo ni invitación. “Entrábamos cuando abrían las puertas en el segundo tiempo”, le contó a Olé. Era uno más del pueblo millonario, de esos que vibran con el fútbol y lo viven con el corazón a cielo abierto.
Estuvo presente en la cancha el día de la Tragedia de la Puerta 12
El 23 de junio de 1968, Charly estuvo en el Monumental el día de la tragedia de la Puerta 12. “Nos dimos cuenta de que estábamos en medio de la hinchada de Boca y nos fuimos: caímos en la tribuna de River y por eso me salvé”, recordó. Una experiencia límite que lo marcó para siempre y quedó grabada en su historia como hincha.
El hincha de River que ovacionó la Bombonera
Fue en la despedida de Maradona, en 2001. Charly fue invitado por Coppola, se perdió entre la multitud y terminó en el medio de la cancha. De repente, la Bombonera coreó su nombre: “Charly… Charly…”. “Les avisé que era de River, pero los pibes tenían la mejor”, dijo después. El único gallina que logró que Boca lo aplaudiera.
El aplauso del hincha y la camiseta de 2009
Vivió el descenso de 2011 “como el Tano Pasman”, con dolor y desahogo. Pero antes, en 2009, el Monumental le rindió su propio homenaje: ovación total y una camiseta número 10 firmada por todo el plantel. Para Charly, ese gesto valió más que cualquier premio. El músico eterno, el hincha de carne, alma y piano.








