Fue a principios de agosto, en un momento turbulento de Boca. Porque la falta de resultados se había rozado una vez más a la dirigencia en este 2025 que venía a los tumbos. La forma extrema de descomprimir que encontró Juan Román Riquelme fue desarmar su Consejo de Fútbol, que al ser el brazo armado de la dirigencia no tenía buena imagen para adentro ni para afuera. Y desde ese momento, quedó una estructura que el tiempo la convirtió en definitiva, tal como adelantó Olé meses atrás.
Con el 2026 a la vuelta de la esquina, finalizada la competencia para Boca, Román mantendrá las cosas como están, luego de notar que los futbolistas se encuentran más cómodos y que volvieron los buenos resultados, más allá del tropezón en la semifinal ante Racing. Ni nuevos integrantes para refundar el Consejo ni un manager como los que se mencionaron varios meses atrás cuando se terminaron los ciclos de Chicho Serna y Raúl Cascini.
José Pekerman, el Mono Navarro Montoya, el Beto Márcico y Manteca Martínez fueron nombres que se mencionaron como candidatos para sumarse a la estructura.
La decisión de Riquelme para la conducción del fútbol de Boca en 2026
La cara visible del fútbol de Boca seguirá siendo el propio Riquelme, como presidente del club y del departamento de fútbol, también como encargado de la mayoría de las decisiones que tienen que ver con el equipo. Nada cambiará en ese sentido.
“Está abocado al 100% en la parte futbolística”, aseguró tiempo atrás el secretario general Ricardo Rosica.
Mientras que al lado tendrá a su hermano de la vida, Marcelo Delgado, como el hombre al que los futbolistas pueden ir a golpearle la puerta de la oficina en el primer piso del módulo de Boca Predio en caso de necesitar hablar con alguien. El Chelo se mostró en estos meses mucho más participativo, siempre presente en la Bombonera, en cada partido. Y en las fotos de cada renovación o firma de contrato de grandes y chicos. Una tarea que antes repartía con sus compañeros de CdF.
A favor del Chelo, por personalidad, su relación con futbolistas siempre fue más amena y tuvo un perfil mediático mucho más bajo. A tal punto que durante estos años estuvo por dejar el cargo, luego de algunos problemas de salud derivados del estrés.
Tal como adelantó Olé en septiembre, a Delgado lo acompañan en el día a día los “delegados”. En realidad, los llaman así pero se trata de los empleados administrativos Rodolfo Pagani, Gastón Ávila y Leonardo Sauto, quienes ya venían trabajando en el Departamento de Fútbol. Ellos reemplazaron a históricos como Jorge Clemente y Gonzalo Núñez, hoy reubicados en Casa Amarilla.
A su vez, Serna y Cascini presentaron su renuncia pero no por eso cortaron su relación con Boca. Suelen estar en la Bombonera y en los partidos de Reserva. Mantienen una buena relación con Román y están para dar una mano en caso de que los necesiten.
El rol de Chanchi Riquelme
Cristian Riquelme, el Chanchi, por supuesto que también se mantiene como hombre de confianza máxima de Román, aunque sin un cargo formal dentro del desmantelado Consejo. Es el nexo verdadero con la dirigencia, con la Comisión Directiva. “Es nuestro canal directo con el presidente”, explicó el mismo Rosica.



