Huracán y un semestre de ensueño: final del Apertura y a octavos de la Sudamericana como uno de los mejores

Para muchos, no es una sorpresa este brillante presente de Huracán. Al menos para los que siguen y se nutren del fútbol argentino a diario. Más allá de los altibajos que tuvo en el 2024, donde también fue protagonista y peleó la Copa Argentina (eliminado en semifinales) y la Liga Profesional (perdió la pulseada final en la última fecha con Vélez), el elenco de Parque Patricios demostró que la esencia es la misma. Con un plantel que sufrió una reconstrucción profunda casi que por obligación, pero con el mismo genio de la lámpara -un tal Frank Darío Kudelka- el Globo se florea y escribe un semestre de ensueño. Ah, y todavía le falta la página final…

Huracán, el único que supo aguantar el doble frente

Para empezar, fueron 13 los equipos que arrancaron el 2025 mirando los dos frentes: el Torneo Apertura y las copas internacionales. Sin figuras de renombres, y con futbolistas que venían con poca continuidad y/o resistidos en sus clubes (como Tomás Guidara, en Vélez, Marco Pellegrino, desde Independiente, o Agustín Urzi, en Racing, entre otros) el único que logró mantenerse firme y de pie fue el propio Huracán.

Y no fue de pura casualidad, porque el Globo desde febrero que está con la flechita para arriba. Le costó arrancar, es cierto. Hasta la 3° fecha había sumado dos de nueve en el torneo y, tras la derrota 2-1 con Boca, Kudelka avisó: “Vamos a clasificar”. Después de eso, su equipo fue una topadora: mantuvo un tremendo invicto de 15 partidos con victorias importantes en el clásico ante San Lorenzo en el Ducó (2-0), Racing en el Cilindro (1-0), Vélez en el Amalfitani (2-0) y la histórica hazaña frente al Corinthians en Brasil (2-1), logrando así su primer triunfo en esas tierras.

Luego, el calendario apretado empezó a jugar en contra y el desgaste acumulado se vio reflejado con dos cachetazos seguidos. Las derrotas con Newell’s (2-0) y Barracas (1-0) fueron muy duras, pero llegaron en el momento justo y como golpe de efecto necesario para sacar piernas de donde no había y empezar a ponerse la pilcha de candidato.

Silbando bajito, Huracán despachó a Riestra en octavos y, cuando todos lo daban por muerto, eliminó a Rosario Central en Arroyito (casi sin preparación porque entre semana había jugado en Colombia por la Copa) y después despachó a Independiente en Avellaneda, dos equipos que se habían vuelto invencibles en su casa, pero a los que el Globo fue a coparles la parada y los eliminó bien.

Mantuvo la marcha en la Copa en un grupo difícil

De yapa, cerró el grupo de la muerte en la Sudamericana como líder invicto ganándole de vuelta al Corinthians con un 11 completamente alternativo y siendo unos de los mejores primeros de la competencia con 14 puntos –cuatro victorias y dos empates-.

El círculo de una campaña que ya de por sí es magnífica se cerrará el próximo domingo en el Madre de Ciudades ante Platense, por la final del Apertura. El Globo intentará sacarse un grito que tiene guardado hace 52 años en el torneo local. Habrá que ver si se guardó algo de tinta para dar vuelta y escribir la última página que le falta por completar y si finalmente el desenlace es el esperado…