El uno por uno de River en el empate ante Vélez

Pareció él contra Vélez y aun con su falla en el último centro, fue decisivo para sostener el empate. Por su salvada con la punta del guante izquierdo, a mano cambiada, ante el tiro flotado de Maher Carrizo. Y también por el remate cercano que le tapó a Galván.

Un posible desgarro en el gemelo derecho lo sacó del partido. Intrascendente en los 21’ que estuvo en cancha, desperdició otra oportunidad ante la ausencia de Montiel.

Jugando como central tampoco pudo disimular su falta de recursos. Ni tampoco el inoportunismo para hacer faltas innecesarias, como la que le cometió a Godoy a un costado, cerca de la línea final.

Pura entrega y vergüenza, peleó cada pelota hasta el final ganando más de las que perdió. Rey Hilfer no consideró penal una disputa en la que le cruza la pierna a Godoy, quien lo anticipó en un cabezazo al comienzo del partido.

Decisión para anticipar un pase en su campo y conducir un ataque hasta el otro que Salas no facturó. Determinación para atacar el espacio en el área con un cabezazo que se fue por poco. En defensa estuvo mejor en el segundo tiempo que en el primero, cuando Carrizo aprovechó su espalda.

Solo fue el segundo cambio por la lesión de Bustos: en su regreso a la titularidad después de ni haber ido al banco contra Boca perdió la mayoría de las pelotas jugando por izquierda y no colaboró con Casco en el retroceso.

Aguantó los 90’ después de 53 días de inactividad. Más sobrio en el ST recostado sobre los centrales que en el primero, cuando sin ayuda de los internos sufrió con Lanzini, mostró su oficio y su presencia.

De un enganche con remate a las manos de Marchiori en un alentador comienzo a mimetizarse (y perderse) como el resto del equipo del medio hacia arriba.

Deliciosa asistencia a Driussi en el primera ataque y algún pase de magia más en el primer cuarto de hora.Después, desapareció y hasta perdió una pelota fácil con Cavanagh en defensa. Salió, como casi siempre, cerca de la hora de partido.

Jugando con una irritante displicencia, solo apareció en escena en las dos oportunidades que desaprovechó: tiro por arriba ante pase de Juanfer, volea desviada luego de centro de Salas.

Dos centros precisos y picantes, uno a Driussi y el otro a Casco, más un tiro ancho en la que Casco lo habilitó. Después, varias pelotas que le rebotaron y poco más.

Al pibe de 19 años, medio hermano de Braian Romero, le costó acomodarse en el lateral en un debut en que el equipo no lo ayudó mucho.

Atrevimiento para ir para adelante y probar al arco generando un córner mezclada con apuro para dejar corto otro tiro de esquina.

Entró para ensanchar la cancha por derecha con su desequilibrio y no lo logró. Le hizo un imprudente foul a Bouzat cerca del área a los 44’ del ST.

Ganas y atrevimiento en su debut en Primera, el 51° debutante de la era Gallardo al menos dejó en claro sus ganas.

No consiguió que su equipo jugara más de un cuarto de hora ni hiciera un gol después de mucho. Siguió con la lotería de jugadores, esta vez con una clara apuesta a los pibes.