“Marqué una linda tendencia en el fútbol”, dijo Ignacio Arce en una charla con Olé. Y cómo no, si es un arquero que rompe el molde, de ésos que ya casi no existen. Un distinto. Sí, ataja (y bien), pero también te mete un show en cada partido. Se banca los flashes con cada locura que hace: que sale del área, que se manda una gambeta, que te mete un no look en mitad de cancha. A veces la clava y otras termina sufriendo, pero eso sí: la personalidad, intacta.
Un personaje total. Cercano al hincha, y no solo al de Riestra. A donde va, lo esperan, le piden fotos, autógrafos… hasta regala alfajores o sus propios guantes. No es casualidad que sea amigo del Dibu Martínez. En las Juveniles de la Selección compartieron viajes, concentraciones, y hoy se hablan.
Tiene 33 años y un recorrido larguísimo: Unión, Deportivo Merlo, Atlético Paraná, Crucero del Norte, San Martín de Tucumán, Instituto, La Calera de Chile, Platense y ahora Riestra. En el último mercado estuvo ahí nomás de irse, lo llamaron desde México. Pero no, el destino quiso que se quedara. Y quién te dice, capaz termina atajando en una Sudamericana con el Malevo. Nada está escrito. Porque si algo dejó claro Arce es que no hace falta seguir el camino de siempre para dejar una huella profunda.
-¿Cómo estás viviendo tu presente?
-Lo disfruto mucho. Lo fui llevando con disfrute, sabiendo que cada partido y reconocimiento, tanto de mi gente como de los rivales, va más allá del rendimiento. Tiene que ver con lo que uno genera, por la forma, por mi estilo. Obviamente, si no atajo es difícil, pero todo lo que fui viviendo me hizo sentir muy bien en la cancha.
-¿En Riestra encontraste tu lugar?
-Sí. Encontré un lugar donde me dieron mucha paz, confiaron en mí, me acompañaron en el proceso, me dieron la confianza que necesitaba. Hoy puedo decir que es el mejor momento de mi carrera.
-Hace más de 20 partidos no pierden de local, ¿cuál es esa mística que lograron?
-Se viene trabajando hace años para ser fuertes de local. La clave es la disciplina y la constancia en el trabajo, eso es fundamental para que cada vez sea más complejo venir a jugar a nuestra cancha. Somos un equipo aguerrido, fuerte y que no da por perdida ninguna pelota. Aunque los rivales nos conozcan, es difícil encontrarnos la vuelta.
-¿En el vestuario se habla de objetivos más ambiciosos? ¿Soñar con una Copa Sudamericana?
-Es difícil no soñar. Pero sabemos quiénes somos: somos Riestra. Trabajamos partido a partido, con humildad por delante. Primero la humildad, después los sueños y objetivos. Soñar no cuesta nada.
-¿Cómo están preparando el partido contra Racing por Copa Argentina?
-Es un partido importante, pero el foco principal es el Torneo Clausura. Racing es un gran rival y será una buena medida para ver nuestro crecimiento. Ojalá sea un buen partido.
Su relación con el Dibu Martínez
Compartió equipo con el Dibu en la Selección Argentina durante 2009, cuando integraron el plantel que disputó el Sudamericano y el Mundial Sub 17. Y dice…
-¿Cómo fue el reencuentro con el Dibu?
-Muy lindo. Fue simple: le escribí y justo coincidimos. No quería molestarlo, pero me respondió rápido. Lo importante fue volver a vernos y darnos un abrazo. Él genera mucho como persona, más allá de lo profesional. Seguimos en contacto hasta hoy.
-¿Cómo fue su relación desde chicos?
-Nos conocimos a los 15 años. Compartimos viajes, concentraciones, peleábamos por el mismo puesto, pero siempre fue sano. Quedó una buena relación. Uno se lleva eso, las personas y las amistades.
-¿Alguna anécdota con él, además de que lo ayudabas en inglés?
-El Dibu siempre fue muy profesional. Me decía de ir al gimnasio, a practicar, pero yo era más relajado. Es una persona muy divertida, también hacíamos travesuras, como escaparnos a buscar una Coca, cosas así que no podíamos hacer, muy de chicos. Siempre fue muy jodón, pero a la hora de entrenar y de jugar, es lo que es hoy.
Un showman
A Arce, lo distingue un estilo único. Bajo los tres palos, se luce. Por eso llama atención en las transmisiones de TV y en la misma cancha. Por eso todos los buscan…
-Tenés tu propio estilo en el arco. ¿Cómo lo definirías?
-Soy diferente, distinto. Siempre miré a arqueros como el Loco Gatti, Chilavert, Jorge Campos. Me gusta ese estilo, con personalidad. Hoy intento aplicarlo con más responsabilidad. Ya puedo decirte que marqué una linda tendencia en el fútbol.
-¿Pensás antes lo que hacés en la cancha o surge en el momento?
-Todo me sale espontáneo. Leo la jugada, observo el panorama. A veces me sale bien, otras no tanto, en Instituto lo leí mal, ja. Pero intento que sea cuando es necesario. Si no lo disfruto, no puedo jugar.
-¿Los técnicos te dicen algo?
-Sí, hubo técnicos con los que no encajaba y tenía que moderarme o no jugaba. Acá ya conocen mi estilo. Hoy no abuso, soy responsable. El exceso perjudica, así que lo manejo.
-Sos un personaje que habla, se conecta con la gente. ¿Cómo nace eso?
-Soy muy observador. Miro todo: la gente, las cámaras, la seguridad. Lo que hago es espontáneo. La gente se contagió y el cariño es lo que más me llevo. Siendo Riestra, que venimos de abajo, remándola y ver a los nenes que quieren una foto conmigo y me esperan, es fuerte. Yo siempre digo lo mismo, es un minuto que vos le regalás de felicidad a un niño y yo me voy lleno con eso.
-¿Alguna anécdota con hinchas?
-La del bigote en Instituto -hizo una apuesta con un hincha y tuvo que afeitarse-, pero yo también entro en ese juego que es cómico. También me piden firmar camisetas de otros equipos, es maravilloso. En San Juan regalé guantes y alfajores. Me llevo eso, somos un momento. El que me conoce sabe cómo soy y por eso me respeta.
-¿Qué hubieses sido si no atajaras?
-Quería ser médico. Si no, capaz terminaba como RR. PP. en un boliche, ja.
Sonó el teléfono por él
Hace pocas semanas, Arse recibió una llamada desde México -Toluca-, pero al final su destino quiso que se quedara en Riestra este semestre, con la idea de seguir sumando puntos y afianzar la categoría.
-Sonaste en México en el último mercado. ¿Qué pasó con esa oportunidad?
-Estuvo muy cerca, pero hubo temas de cupos y situaciones que lo impidieron. Ya tenía la valija armada, ja, pero decidí enfocarme en Riestra, que siempre me abrió las puertas. Hoy estoy feliz acá, pero sí fue una gran posibilidad para dar el salto en mi carrera.
-¿En qué club o liga te gustaría jugar?
-No tengo un club específico, pero siempre soñé con jugar en México por el espectáculo que brinda y que me completaría.
-¿Te ves en la Selección Argentina?
-Uno sueña. Trabajo día a día. Sé que son momentos, y hay que hacer lo mejor. A veces quería todo ya, pero aprendí a disfrutar. El fútbol pasa rápido y hay que vivirlo.