

Walter Albino Bogado, abrazado por el entonces ministro de Obras Públicas misionero, Ramón Mariani, poco antes del histórico partido contra River (Foto Primera Edición)
Hace un tiempo, cada feriado patrio del 25 de Mayo y el 9 de Julio, los misioneros acostumbraban a encontrarse con acontecimientos deportivos que acaparaban la atención de los aficionados.
En el ámbito futbolístico, era una de las pocas maneras que tenían los hinchas del interior del país de poder ver en acción a los grandes del profesionalismo, pues en las décadas de 1950 y 1960 no había representación provincial en los principales torneos del país y tampoco existía la televisión, por lo que a la elite sólo se la conocía a través de los relatos radiales o diarios y revistas especializadas que no llegaban en el día.
En ese contexto, uno de los momentos más recordados fue la inauguración oficial del estadio de Bartolomé Mitre de Posadas, el martes 9 de julio de 1968, para la cual se consiguió la presencia del plantel de River Plate, con todas sus figuras.
Una caravana de aficionados acompañó a la delegación “millonaria” desde el aeroparque capitalino al entonces Hotel de Turismo y el estadio presentó un lleno total. La recaudación fue de 4.800.000 pesos de la época.
El DT de Mitre, Silvio Parodi, alistó a Miguel Ángel Ferreira Rojas; Victoriano Sánchez, Francisco Muller, Francisco Rivero y Hortencio Leiva; Mario Sánchez y Manuel Ríos; Lorenzo Ríos, Walter Albino Bogado (Cristóbal Leiva), Urbano Solís y Máximo Trinidad.
River jugó con Amadeo Carrizo (Alfredo Gironacci); Roberto Morcillo (Roberto Ferreiro), Miguel Angel López, Juan Carlos Guzmán y Jorge Chávez (Jorge Dominichi); Jorge Recio y Roberto Matosas (Carlos Rodríguez); Jorge Solari (Roberto Morcillo), Daniel Onega, Ermindo Onega y Oscar Más (Juan Luis Vitali), dirigidos por Ángel Amadeo Labruna.
Arbitrado por José Ramón Niveyro, el partido terminó 2 a 2 con goles de Bogado (17′) y Ríos (77′) para el local y de Onega (39′) y Recio (84′) para la visita.
Mitre, Walter Bogado, con los árbitros Prudencio García, José Ramón Niveyro y Juan Villalba
Pero la máxima emoción llegó a los 17 minutos del primer tiempo, cuando Manuel Ríos habilitó desde la derecha a Walter Bogado, quien enfrentó al histórico arquero de River, Amadeo Carrizo, y su tiro por elevación, tras pegar en el poste, se introdujo en la valla.
Eso encendió el entusiasmo de la gente y “Bogadito” sufrió un desvanecimiento. El propio protagonista contaría después que “llegó corriendo Manuel Ríos para abrazarme y, en forma involuntaria, me pegó un rodillazo en los testículos y ese fue el verdadero motivo del desvanecimiento”.
Luego, otro golpe de Recio (volante “millonario” que hacía honor a su apellido) lo sacó de la cancha y Silvio Parodi lo reemplazó por Leiva.
Lo pedís, lo tenés
Pero todas esas anécdotas se verían opacadas al día siguiente por un epílogo a la altura de las circunstancias.
Es que, antes del inicio del partido, en pleno vestuario, el gobernador misionero Hugo Montiel -fanático hincha de Boca- le dijo a Bogadito: “Si le haces un gol a Amadeo, el miércoles tenés una casa”.
El jugador, como ya se dijo, abrió el marcador a los 17 minutos de juego, pero -según el mismo aseguró después- “en ese momento ni me acordé de la promesa en el vestuario”.
Pero al día siguiente del partido, un vehículo de Gobernación retiró del trabajo a Bogado y otro hizo lo mismo con su esposa Flora Carmen y sus tres hijos. Los llevaron hasta el barrio Kennedy, donde el gobernador Montiel y el ministro de Obras Públicas, Ramón Mariani, les entregaron las llaves de la casa 133, con el trato de pagar el 1% de su valor durante un año. El otro 99% fue de regalo…
¿Quién era “Bogadito”?
Walter Albino Bogado nació en Coronel Bogado (Paraguay) en 1938 y desde niño estuvo en las inferiores de Cerro Porteño de Asunción, donde jugó con Cayetano Ré y Salvador Breglia, ambos integrantes del seleccionado paraguayo y el primero de ellos, del Atlético de Madrid en España.
Con 15 años, “Bogadito” jugo en la primera división de Juventud, de Coronel Bogado, luego hizo el servicio militar y con apenas 19 (en 1957) llegó a Bartolomé Mitre, donde paulatinamente se fue ganando un lugar en la delantera de los “auriazules” por su innegables condiciones: era rápido e inteligente, además muy habilidoso, que lo hacía implacable ante los arqueros adversarios.
Además, se brindaba por completo para defender la camiseta y a sus compañeros, pues no sólo era “un pescador” del área, sino que se tiraba a los laterales, abría la cancha o bajaba para recuperar la pelota e hilvanar jugadas en ataque.
Tuvo como entrenadores a Indalecio Domínguez, al “Gallego” García, a “Tito” Cucchiaroni, Silvio Parodi y Luis Deambrosio, con quien luego colaboró como ayudante de campo y preparador físico del plantel que llegó a disputar el Nacional de 1972.
Fue tres veces campeón con los “auriazules” en su época de futbolista: en 1960, 1963 y 1969; mientras que otras tres lo hizo como director técnico.
“Bogadito” falleció el 11 de marzo de 2014.
Fuente: Primera Edición.