“¿Cómo anda mi amiga?”. La voz de Juan Román Riquelme rompió el silencio y le cambió la tarde a Angelina, una joven hincha de Boca, antes de que pudiera decir una palabra. Ahí estaba él, el último 10, acercándose despacio, con esa mezcla de ternura y respeto que usa con los suyos. Ella apenas pudo asentir, con los ojos brillosos, mientras el ídolo la levantaba con un abrazo. Un sueño largamente esperado empezaba a cumplirse en la Bombonera.
Una visita que lo dijo todo
Angelina tiene 15 años y en Río Gallegos, a más de 2.500 kilómetros, soñaba con conocer a su ídolo. Que se enteró de la historia y lo hizo posible: apadrinó los pasajes de ella y su familia, les dio el hospedaje y los invitó a un palco de la Bombonera en el partido ante Tigre.
“Los sueños se cumplen”, escribió Boca en sus redes, contando la historia detrás de la llegada de la joven hincha: “Angelina convive con una enfermedad torácica compleja, pero su ilusión pudo más. Boca la invitó a viajar desde Río Gallegos para conocer a la Bombonera y a Román de la mano de la Fundación Boca Juniors”, es el mensaje que acompaña la publicación.
Boca Juniors –
“Los sueños se cumplen”: Boca le cumplió el sueño a Angelina, una joven hincha del Xeneize
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Y Román, fiel a su forma de ser, tampoco llegó con las manos vacías: bolsita en mano, camiseta nueva y la dedicación de quien entiende lo que representa para los hinchas. Fue él mismo quien se la puso, quien le secó las lágrimas y quien posó para una foto que la familia va a guardar para siempre.
“Estoy muy emocionado”, contó el papá de Angelina. “Tuvimos una lucha enorme y este era un sueño que ella quería cumplir. Y lo hicieron posible”. Angelina también lo dijo a su manera, todavía temblorosa por el impacto del encuentro: “ Fue impresionante entrar a la cancha de Boca y ver a Román ahí. Después de tanta lucha, poder cumplir este sueño fue increíble”.
El final, como no podía ser de otra manera, fue un collage de sonrisas, abrazos y fotos. Porque cuando un sueño xeneize aparece, siempre hay una mano tendida para hacerlo realidad. Y esta vez, esa mano tuvo nombre y número: Juan Román Riquelme.
” Para los chicos que atraviesan enfermedades graves, estos gestos tienen un impacto enorme. No son simples momentos lindos. Son experiencias que fortalecen el ánimo, devuelven ilusión y renuevan fuerzas”, dijo la organización Make a wish en sus redes.
“Cuando Angelina finalmente conoció a Román, él la recibió con una calidez impresionante. Se tomó el tiempo de charlar con ella, escucharla, abrazarla y hacerla sentir realmente especial. Esa humanidad suya transformó el encuentro en un recuerdo profundamente significativo para Angelina y su familia”, cerró.
