Colapinto tras la qualy de Canadá: el lamento por no ingresar a Q3 y la esperanza para el domingo

Luego de un viernes con nuevas dudas, con dos trompos en las sesiones de entrenamiento, el panorama cambió para Franco Colapinto en Canadá durante el sábado. Empezó a tomar confianza con el Alpine y, luego de unos ajustes, mejoró notablemente en la clasificación. Primero, dejó atrás a su compañero Pierre Gasly (largará último en la competencia del domingo), ingresó a qualy 2 y dio pelea, muy cerquita de ingresar a qualy 3, con posibilidades concretas. Es más, autocrítico al bajar del auto en boxes, lo afirmó con su equipo: “Perdón por eso, podría haber sido una Q3. Perdón”.

Ya en zona mixta, enterado de que iba a largar 11 por la penalización a Yuki Tsunoda (luego penalizaron a Isack Hadjar y finalmente picará 10°), Colapinto analizó lo sucedido, con esperanza para la carrera de domingo en Montreal (desde las 15, hora argentina).

“Estuvimos yendo en otra dirección, volvimos a lo que pensamos que funcionaba. El simulador nos hace ver un panorama diferente a lo que sentimos en la pista. Eso nos hizo perder los últimos fines de semana. Hicimos una apuesta arriesgada porque era un cambio grande. Había algo raro porque cuando estás tan lejos es por la confianza del piloto, no poder empujar, el auto hace cosas raras. Lo vimos en data, mejoramos y mérito del equipo de seguir trabajando estando tan lejos ayer y hoy muy cerca de la q3. Sin ese besito a la pared, entrábamos. Contento, mañana es un día más importante”, expresó el pilarense, ya con otro semblante. Optimista. “Fue una buena qualy. Los ingenieros empujaron y se lo merecen. Importante para mí, contento bajo presión de haber rendido. Gran trabajo de todos. Largando ahí, hay oportunidades. Se puede llegar a puntos. Hay que ver el ritmo, hacer una linda largada e ir para adelante”, agregó.

Eso sí, no dejó de lado lo difícil que por momentos se le torna dominar el Alpine y entrar en ritmo: “Hicimos muchos cambios a lo que era ayer. Fuimos paso a paso. No hay que volverse locos. Es un auto complicado, tiene que estar perfecto. Si no, no rinde y es complicado de manejar. Rebota mucho. Gana grip, lo perdés, lo ganás, lo perdés. Es complicado ir por arriba de los pianos. Eso le saca confianza al piloto. Hay que seguir trabajando. El finde acaba de empezar, puede ser una buena carrera mañana”.