Rubén Magnano volvió a Posadas, volvió al club Tokio, un lugar en el que festejó uno de los momentos más gratos de su vida: el ascenso con Luz y Fuerza a la Liga Nacional en 1995.
Pasaron 30 años de aquella hazaña para el deporte misionero y el cordobés, luego, formó su camino en la selección argentina, que lo convirtió en el entrenador campeón con Argentina en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004.
Magnano comenzó este jueves con su campus para jugadores de 8 a 19 años en el estadio Jorge Yamaguchi del centro posadeño.
Para el entrenador, lo más importante es que los jóvenes puedan llevarse algo más que conceptos técnicos y tácticos de las tres jornadas intensivas que tendrán.
“La voluntad de querer ganar la tenemos todos, pero lo que define a los equipos es la manera de prepararse que tienen. Y no hablo de un título o de un campeonato. Salir a ganar es dar un paso, animarse”, animó el cordobés a los chicos luego de la primera parte del campus en la capital misionera.
“Son tres días muy movidos. Tenemos que instalar la cultura del esfuerzo, pero sobre todo aprender a disfrutar. Que no sea un hecho sacrificado, sino un esfuerzo. Que puedan llegar a percibir, aunque sea ínfimo, un desarrollo o un crecimiento. A eso apunta todo el staff técnico”, explicó Magnano.
“Hay una mixtura muy grande, no solamente de edades, sino de capacidades y hay que ir aggiornándose. En la felicidad que ellos tengan veremos si las cosas fueron bien o no. Por las experiencias vividas, siempre salen reconfortados”, agregó.
Magnano reconoció que “hace muchos años no venía”. “Me encontré con una Posadas hermosa, me sorprendió todo el tema de la Costanera, pero lo más significativo va a ser encontrarme con gente muy querida que me acompañó durante mi estadía acá, así que será muy grato”, valoró el entrenador.
El campus continuará este jueves, viernes y sábado, con actividades en doble turno para los jugadores en el club Tokio, que trajo al entrenador de la Generación Dorada en el marco de su 75° aniversario.
Fuente: El Territorio.
