Cuando el año pasado se conoció la noticia de que Carlos Sainz iba a ocupar una butaca en Williams, con lo cual Franco Colapinto perdía la butaca en 2025, la desazón nos invadió a los argentinos. Pero volvimos a sonreír al conocer –adelanto de Olé mediante– que el bonaerense iba a correr en Alpine. El cambio no solo generaba que Fran siguiera en la parrilla, sino que suponía un ascenso: el equipo francés había conseguido dos podios ante ninguno del británico, con un 6° puesto en la tabla de Constructores contra el 9° en 2024. No había comparación.
Sin embargo ahora, con el corte de la temporada por las vacaciones, los números y el presente los ubican al revés de aquel mapa. Los pilotos de Williams se anotaron 12 veces en los puntos durante las 14 fechas para dejar 5° al team mientras que Alpine sumó apenas cuatro veces, todas con Pierre Gasly, en una escudería que cierra, 10ª, las posiciones.
Dentro de este panorama, en Alpine renunció un jefe de equipo cuando se anunció a Colapinto en reemplazo de Jack Doohan. Y hasta se fue el jefe de mecánicos justo antes de la peor semana del año, que incluyó los dos cambios de neumáticos al coche del argentino en 11,1 y 7,2 segundos, cuando lo aceptable anda debajo de los 3s. En esa carrera, la de Hungría, los autos azules y rosas cerraron la fila (el Haas de Oliver Bearman ya había abandonado), con Fran 18° y Gasly, 19°. Hasta el CM del equipo calificó el GP como “olvidable”. Mejor sería “recordable”, para no repetir.
Peor, los dos pilotos participaron de los tests que Pirelli programó con los neumáticos para el 2026, y Colapinto, solo, se despistó este miércoles y rompió el monoplaza.
Pierre Gasly.El palo se dio en la antesala de las vacaciones, con regreso a pista el 29 en Zandvoort. El parate debería servir para que el equipo baraje y reparta de nuevo. Le faltan 10 fechas a un torneo que, si bien ya parece perdido en Alpine, deja tiempo para un buen lavado de cara.
