Mucho se ha dicho en las últimas semanas sobre Miguel Ángel Russo, más allá de haber sido el elegido para tomar al equipo en el Mundial de Clubes e intentar corregir el rumbo de Boca en general tras su buen paso por San Lorenzo. Con la eliminación en Copa Argentina y la derrota ante Huracán, en medio de una larga racha sin triunfos, le llegaron los cuestionamientos y también los rumores sobre su salud. En ese contexto, su hijo Ignacio Russo fue consultado sobre el momento deportivo y la salud de su papá.
“Se hablan cosas porque él tampoco dice nada. No tiene por qué hacerlo, y está bien. Tiene que seguir e intentar ganar el próximo partido para calmar un poco todo”, arrancó el actual delantero de Tigre tras el partido por la Copa Argentino frente a San Lorenzo.
Boca lleva 11 partidos sin ganar, en la peor racha de la historia del club, y siete son del actual ciclo de Miguel. Si pierde contra Racing, el DT entrará en estado crítico, si no es que directamente se terminará ese mismo día. Es que pese al fuerte respaldo de la dirigencia (que por lo bajo apuntó la culpabilidad del pésimo arranque del semestre a los jugadores), la realidad no escapa a los datos.
Hay algo que lleva aún más allá el posible desenlace. Es que el desgaste que se vivió a diario en Ezeiza durante las últimas semanas fue más allá de lo normal: jugadores disconformes, reproches cruzados, una división interna con picos de conflicto en los marginados que definió el final de los ciclos de Marcos Rojo, Cristian Lema y Marcelo Saracchi y que remató el propio entrenador haciéndose cargo de la decisión de sacarlos del día a día.
Las versiones sobre la salud de Russo
En el medio de todo, las versiones acerca de la salud instalan una preocupación que no desaparece del ambiente tras el cáncer que enfrentó y superó Miguel, reforzada por la supuesta presión de su entorno familiar para que no permanezca mucho tiempo más con ese nivel de exposición.
La realidad es que a Russo lo ayudan a subir al micro, le abren las puertas de blindex del predio porque son pesadas, lo acompañan al vestuario e incluso, cuando le piden algunos autógrafos, hay veces que se sostiene un brazo con el otro. Son conscientes en Boca Predio de esa fragilidad a simple vista, aunque haya superado la enfermedad, según afirman en su entorno.
Pese a esas cuestiones, en el club lo bancan a Russo y lo ven con fortaleza para apuntalar el día a día del plantel, incluso cuando por momentos conduce a la distancia y se apoya en sus colaboradores Claudio Úbeda y Juvenal Rodríguez. “Es un ejemplo de vida”, le confiaron a Olé en estos días desde Ezeiza, pese a que el momento tal vez necesita a Miguel como DT y no a sus asistentes.
Russo junto a su ayudante Claudio Ubeda.El propio Nacho Russo, sin embargo, destacó la tranquilidad que le transmite su padre, más allá del difícil momento que atraviesa Boca. “Yo con lo que me dice él me quedo tranquilo, y más al verlo bien”, siguió el delantero que se inició en Rosario Central.
Y completó: “Miguel está bien de salud y contento. En lo deportivo un día perdés y otro ganás. Obviamente que se hablan muchas cosas de más, que varias se inventan, pero entiendo que el Mundo Boca es así y vende eso”.
El delantero surgido de Rosario, salió a bancar a su padre en medio de la la crisis del equipo.
El delantero de Tigre habló del momento que vive su padre en un Boca complicado.
