Las cuatro veces que Agustín Canapino salió campeón del Turismo Carretera estuvieron marcadas por hechos muy particulares. Desde ser el piloto más joven en la historia de la categoría en consagrarse, en 2010, hasta quedarse con el título por un cuarto de punto de diferencia, en 2017. En La Plata, donde se coronó agónicamente y donde se define el torneo de este año, el Titán recorrió el museo del TC junto a Olé y repasó los autos que lo llevaron a la gloria y las historias que estos tienen encima.
Agustín Canapino –
Agustín Canapino con Olé
El Titán habló con Olé en el Mouras.
“Acá hay historia pura de la categoría mas longeva del mundo”, introdujo el de Arrecifes. En medio de toda esa historia están las Chevy con las que cruzó la bandera a cuadros las cuatro oportunidades en las que gritó campeón. Una de ellas es la del 2010 con la que se coronó en el Gálvez: “Me dio la oportunidad de ser el piloto más joven de la historia del TC”.
“Tenía solo 20 años. Fue una definición espectacular porque pude ganar mi primer carrera en el mismo momento que salí campeón por primera vez. Peleé el campeonato con Mariano Werner, que es mi rival hoy, los dos éramos muy jóvenes, también estaba Matías Rossi, Lionel Ugalde, pilotos históricos del TC”, contó Canapa sobre aquella fecha en el histórico circuito.
Además agregó que “tanto Mariano como yo si ganábamos éramos campeones, porque estábamos primero y segundo en puntos en la Copa de Oro pero ninguno había ganado una final. Fue una definición apasionante mano a mano con él y con el Gurí Martínez también, y que se terminó dando la victoria y el campeonato en esa última carrera”.
Alberto Canapino, padre de Agustín, marcó aquella jornada en el post de los festejos y le dejó una frase que anticipó lo que se le vendría: “Cuando terminó la carrera y pasó la locura, yo estaba en una nube, sin ser muy consciente. Y mi viejo se acercó y me dijo: ‘Bueno, Cabeza, preparate porque a partir de ahora tu vida cambia por completo’. No entendí en ese momento lo que me quería decir, a partir de ahí mi vida cambió muchísimo por la exposición que genera ser campeón del TC, por haber sido el campeón más joven. Por un montón de cosas mi viejo fue sabio en ese momento“.
El auto del cuarto de punto de 2017
“Esta tiene mucha historia sobre todo por el campeonato de 2017, que fue acá en La Plata por un cuarto de punto, una definición apasionante en la última vuelta. Después en el 2018 fue muy bueno todo el año pero llegué tercero a la definición. Se largó a llover en San Nicolás, acertamos con los neumáticos y fuimos campeones bajo la lluvia cuando parecía que estaba todo perdido. Y en la primer parte del 2019 ya la cambiamos por otra”.
En aquella ocasión en el Mouras de La Plata, Canapa logró el cuarto lugar en la carrera que ganó Santero escoltado por Ledesma, Mazzacane y el piloto de Chevrolet, que en el último giro adelantó a Ruggiero y con ese cuarto de punto le arrebató el primer lugar del campeonato a Ardusso (que salió 10°), logrando su segunda estrella en la categoría.
En cuanto a la importancia que tuvo cada auto, destacó que “todos son importantes, son cuatro campeonatos en tres autos, otros que pasaron también porque es parte del proceso. Esto es el resultado final, lo que se corona, pero para llegar uno pasa por muchas cosas, momentos buenos y no tan buenos, y todo ese aprendizaje y lo que va pasando es igual de importante”.
Respecto a las categorías que corre por año (este año hace cuatro), recalcó: “Lo ideal es hacer dos para un piloto en Argentina, si no no dispones tiempo de vida. A medida que pasa el tiempo uno se va poniendo grande, tiene otras prioridades. Por un lado lo disfruto muchísimo, es mi gran pasión. No concibo mi vida sin competir, es lo que me mantiene vivo. Al mismo tiempo es mi trabajo, por eso lo tomo con tanta responsabilidad”. Además, deslizó una posibilidad en el TN a tiempo completo -este año se incorporó para las últimas fechas-: “Hoy el TN está muy bien posicionado y puede ser una opción para el año que viene”.
Canapino asegura que la clave para participar de diferentes categorías y competir es “formar buenos equipos. Para que se entienda: nosotros vendríamos a ser el nueve que tiene que meter el gol, pero necesitás el resto de los jugadores para que te den la máquina y uno pueda ejecutar”. En esa línea, siguió: “El porcentaje es 100% cada área. En el nivel que hay en el automovilismo argentino, si no tenés un buen equipo, buen motor, buen auto, buenos ingenieros, buenos mecánicos, buenos asistentes, buenos sponsors, buen presupuesto y un piloto al 100% no vas a ganar”.
La definición de la Copa de Oro
“¿Cómo te ves el 7 de diciembre?”, le preguntó Olé, y el tetracampeón no se sacó la mochila: “Ojalá que levantando la Copa de Oro, es mi gran sueño. Soy consciente que falta mucho, hay que correr las carreras. Hasta que no baje la bandera acá no hay nada dicho”. En cuanto a los competidores directos dijo que “a esta altura del campeonato si miro los puntos, Santero, Rossi, Mangoni y nunca hay que descartar a Werner. Pero no tenés que olvidarte de nadie, Todino, Urcera, Lambiris, pilotos que son buenísimos y si te descuidás o te relajás te empiezan a ganar fácil”.
Marcos Di Palma y los aviones
“Otra época, hace muchos años, ya prescribió me parece. Viajé varias veces con Marcos, él me llevó a probar por primera vez antes de arrancar a correr en la Copa Megane, me llevó a San Jorge. Muchas veces se me transpiraron las manos pero iba tranquilo porque sabía que estaba manejando alguien que la tiene muy clara” confesó sobre los viajes en el aire con el Loco.
¿Mejor piloto de aviones o autos?: “Aviones, toda la vida. Igual en autos es muy bueno, él se tira mucho abajo pero ganó como 11 carreras de TC o más, era un gran piloto. Es un hermoso personaje que se tira a menos pero fue un gran piloto”.



